Cabeza y Cuello
La cabeza conforma el entorno óseo y la cubierta protectora del encéfalo y de los órganos de la visión. El cuello proporciona estabilidad y soporte a la cabeza.
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
El cráneo consta de siete huesos (dos frontales, dos parietales, dos temporales y uno occipital). Los huesos del cráneo se utilizan para identificar la localización de los hallazgos relativos a la cabeza. La estructura ósea de la cara está formada por la fusión de los huesos frontal, nasal, cigomático, etmoides, lagrimal, esfenoides y maxilar, y por la mandíbula. Los principales puntos de referencia faciales son las fisuras palpebrales y los pliegues nasolabiales. Las glándulas salivales parótida, submandibular y sublingual son órganos pares que producen saliva, destinada a humedecer la boca, prevenir la formación de caries dentales e iniciar la digestión de los hidratos de carbono. El cuello está formado por las vértebras y los ligamentos cervicales, y por los músculos esternocleidomastoideos y trapecio, que le dan soporte y movimiento.
El triángulo anterior está formado por el borde medial del esternocleidomastoideo, la mandíbula y la línea media. La glándula tiroides es la mayor glándula endocrina del cuerpo y produce dos hormonas: la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3). Sus dos lóbulos laterales tienen forma de mariposa y están unidos por un istmo en su cara inferior.
Lactantes
Los siete huesos del cráneo son blandos y están separados por las suturas sagital, coronal y lambdoidea. Las fontanelas anterior y posterior son los espacios membranosos formados en los puntos en los que los cuatro huesos craneales se unen y se interceptan. Los espacios entre los huesos craneales permiten la expansión del cráneo para acomodar el crecimiento del encéfalo. La osificación de las suturas se inicia una vez completado el crecimiento encefálico, aproximadamente a los 6 años de edad, y concluye en la edad adulta. Las fontanelas se osifican antes: la posterior suele cerrarse hacia los 2 meses de vida, y la anterior, en torno a los 12-15 meses.
Niños y adolescentes
Durante la infancia se registran algunos sutiles cambios en la apariencia facial. En los adolescentes del sexo masculino, la nariz y el cartílago tiroides aumentan de tamaño y se desarrolla el pelo facial, que aparece primero sobre el labio superior y, a continuación, en las mejillas, bajo el labio inferior y en el mentón.
Revisión de los antecedentes relacionados
Antecedentes de la enfermedad actual
- Traumatismo craneal
Factores predisponentes: trastorno convulsivo, hipoglucemia, visión escasa, mareo, síncope
Síntomas asociados: dolor de cabeza o cuello, laceración, sensibilidad dolorosa local, cambio en el patrón respiratorio, visión borrosa o doble, secreción en nariz u oídos, náuseas o vómitos, incontinencia urinaria o fecal, capacidad de movimiento de todas las extremidades
- Cefalea
Inicio: por la mañana temprano; durante el día; durante la noche; gradual o brusco
Duración: minutos, horas, días o semanas; aliviada por fármacos o durante el sueño; remite de forma espontánea; se desarrolla en racimo; períodos sin cefalea
Localización: toda la cabeza, unilateral, localización específica (cuello, región de los senos, bajo los ojos, distribución en banda de sombrero)
Carácter: punzante, pulsante, penetrante, sorda, persistente, presión constante, agravada por el movimiento
Síntomas asociados: náuseas, vómitos, diarrea, fotofobia, trastornos visuales, dificultad para permanecer despierto, aumento del lagrimeo, secesión nasal, acúfenos, parestesias, deterioro de la movilidad.
- Rigidez de cuello
Dolor o estiramiento del cuello, traumatismo craneal, inflamación del cuello
Fiebre, cefalea asociada y otros síntomas de meningitis
Inflamación del cuello; dificultad para deglutir; rubefacción; dolor al tacto, al deglutir o con la hiperextensión del cuello; dificultad para abotonarse las camisas
Cambios en la textura del pelo, la piel o las uñas; aumento de la pigmentación de la piel en los puntos de presión
Cambios en el estado de ánimo y la energía, irritabilidad, nerviosismo o letargo, inhibición, desinterés
Aumento de la prominencia de los ojos (exoftalmos), hinchazón periorbitaria, visión borrosa o doble
Taquicardia, palpitaciones
Cambios en la menstruación
Cambios en el hábito de defecación
Antecedentes médicos
• Traumatismo craneal, hematoma subdural, punción lumbar reciente
• Tratamiento con radiación de cabeza o cuello
• Cefalea
• Cirugía para tratamiento de tumor, bocio
• Trastornos convulsivos
• Disfunción tiroidea
Exploración y hallazgos
Equipo
• Cinta métrica
• Estetoscopio
• Vaso de agua
• Transiluminador (o linterna) en el caso de lactantes
Cabeza y cara
Inspección
Comience la exploración de la cabeza y del cuello con la inspección de la postura del cráneo y de los rasgos faciales. Los rasgos de la cara (es decir, en párpados, cejas, hendiduras palpebrales, pliegues nasolabiales y boca) deben inspeccionarse para evaluar su forma y simetría en reposo (cierta asimetría es normal), su movimiento y su expresión. El término facies define una expresión o aspecto de la cara que, junto con los rasgos de la cabeza y del cuello, resulta característica de una alteración o de un síndrome. Cuando se presente asimetría facial, observe si todos los rasgos de una mitad de la cara están implicados o si la asimetría solo afecta a una parte, como la frente, la parte inferior de la cara o la boca. Sospeche una posible parálisis del nervio facial cuando todo un lado de la cara se vea afectado y debilidad de ese mismo nervio si la afectación es de la parte inferior de la cara. Los tics, que son contracciones musculares espasmódicas de la cara, de la cabeza o del cuello. Inspeccione el tamaño, la forma y la simetría del cráneo. Explore el cuero cabelludo separando sistemáticamente partes del pelo, desde la región frontal hasta la occipital, y tome nota de la presencia de lesiones, costras, sensibilidad dolorosa, liendres o descamación.
Palpación
El cráneo se palpa con un suave movimiento rotatorio que evoluciona de forma progresiva de delante atrás. Ha de percibirse simétrico y uniforme. El cuero cabelludo ha de moverse libremente sobre el cráneo, sin que se detecten signos como sensibilidad dolorosa, inflamación o depresiones a la palpación. Palpe el pelo del paciente para percibir su textura, color y distribución. Debe ser uniforme y con distribución asimétrica, sin puntas partidas o quebradas.
Inspeccione en busca de posibles asimetrías o de un aumento de tamaño de las glándulas salivales. Si las detecta, palpe un posible aumento de tamaño limitado y observe si la glándula es fija o móvil, blanda o dura, dolorosa o no dolorosa. Mientras el paciente tiene la boca abierta, intente exprimir la glándula y obtener material a través de sus conductos salivales.
Percusión
La percusión de la cabeza y del cuello no suele realizarse de forma sistemática. Una excepción a ello es la evaluación de la hipercalcemia, en la que la percusión del músculo masetero a veces induce un reflejo maseterino hiperactivo, el signo de Chvostek.
Auscultación
La auscultación del cráneo no se utiliza como técnica de rutina. No obstante, los soplos intracraneales son considerados habituales en la infancia y muy poco frecuentes en los recién nacidos. Si sospecha una anomalía cerebral, utilice la campana del estetoscopio y ausculte sobre la región temporal, sobre los ojos y bajo el occipucio. Los soplos son indicios significativos de una posible anomalía vascular y a menudo se asocian a arteritis temporal.
Cuello
Inspección
Inspeccione el cuello en la posición anatómica usual, en ligera hiperextensión y mientras el paciente traga. Compruebe la simetría bilateral de los músculos esternocleidomastoideo y trapecio, la alineación de la tráquea, los puntos de referencia anatómica, y los triángulos anterior y posterior, así como cualquier pequeña condensación en la base del cuello. Perciba las posibles masas, el exceso de repliegue membranoso en los pliegues cutáneos, la cortedad inusual o la asimetría.
Evalúe la amplitud de movimiento; para ello, indique al paciente que flexione, extienda, rote y gire lateralmente la cabeza y el cuello. El movimiento debe ser suave e indoloro y no producir mareo. La rigidez de la nuca y la resistencia del cuello a la flexión se asocian a irritación meníngea.
Palpación
La capacidad para palpar e identificar estructuras en el cuello varía en función del hábito del paciente. Palpe la tráquea para determinar su posición en la línea media. Sitúe los pulgares a cada lado de la tráquea en la parte inferior del cuello. Compare el espacio entre la tráquea y el músculo esternocleidomastoideo de cada lado. Los tres deben ser uniformes y no sensibles, y han de desplazarse bajo el dedo del examinador cuando el paciente traga. A la palpación, los anillos cartilaginosos de la tráquea en la parte inferior del cuello deben percibirse diferenciados y no sensibles. Con el cuello del paciente en extensión, coloque los dedos índice y pulgar de una mano a cada lado de la tráquea, por debajo del istmo de la tiroides.
Es necesario palpar los músculos paravertebrales y las apófisis espinosas posteriores en busca de puntos dolorosos.
Ganglios linfáticos
Inspeccione y palpe los ganglios linfáticos de la cabeza y del cuello.
Glándula tiroides
La exploración de la glándula tiroides consta de inspección, palpación y, ocasionalmente, auscultación. Comience indicando al paciente que extienda suavemente el cuello. Dígale que trague, lo que suele permitir la visualización del tamaño, de la simetría y del contorno de la glándula cuando esta se mueve durante la deglución. Una glándula tiroides agrandada es visible solo cuando se observa lateralmente. Utilizar un vaso de agua es indispensable en la exploración adecuada de la glándula tiroides; esto ayuda a los pacientes a tragar varias veces.
ANOMALÍAS DE CABEZA
Cefaleas
Dolor en la cabeza
• Motivo de consulta frecuente
• Probablemente una de las alteraciones por las que las personas más se automedican
Datos subjetivos
• Descripción (es decir, constante, intensa, recurrente)
• Síntomas asociados (p. ej., lagrimeo)
• Exposiciones (incluye medicamentos)
Datos objetivos
• En muchos casos, exploración física normal
• En algunos casos, déficits neurológicos
• Anomalías de la marcha
• Edema de papila
• Nistagmo
Tumor de glándulas salivales
Fisiopatología
• Se desconoce el mecanismo exacto por el cual se produce el crecimiento del tumor
Datos subjetivos
• Bultos indoloros de desarrollo lento, en la parte frontal de la oreja o bajo la mandíbula
• Dificultad para abrir la boca y entumecimiento o debilidad de la lengua
Datos objetivos
• Los tumores benignos suelen ser uniformes; los malignos, irregulares
• Debilidad facial, fijación del bulto, pérdida sensitiva, ulceración
ANOMALIAS DEL CUELLO
Quiste en el conducto tirogloso
Masa quística palpable en el cuello
• Remanente del desarrollo fetal
• Se desarrolla a partir del agujero ciego, en la unión de los dos tercios anteriores y el tercio posterior de la lengua
• Cualquier parte puede persistir y causar un seno, una fístula o un quiste
Datos subjetivos
• Sensibilidad dolorosa, rubefacción, inflamación en la línea media del cuello
• Dificultad para tragar o respirar
Datos objetivos
• Masa quística de movimiento libre en la línea media del cuello
• Se desplaza hacia delante al protruir la lengua y al tragar
• Puede presentar una pequeña abertura en la piel, con drenaje de moco
Quiste en la hendidura branquial
Lesión congénita formada por involución completa de la hendidura branquial
• Quiste con revestimiento epitelial, con o sin tracto sinusal a la piel suprayacente
Datos subjetivos
• Aislado e indoloro, en el cuello lateral
• Puede presentar inflamación y sensibilidad dolorosa intermitentes
• Secreción cuando se asocia a tracto sinusal
Datos objetivos
• Masa fluctuante oval, uniforme y moderadamente móvil a lo largo del borde anteromedial del músculo esternocleidomastoideo
• Usualmente asintomático
• En caso de infección, hay sensibilidad dolorosa y eritema
ANOMALÍAS DE LA GLÁNDULA TIROIDES
Hipotiroidismo
Reducción de la actividad tiroidea
Fisiopatología
• Primario: la glándula tiroides no produce cantidades suficientes de hormona tiroidea
• Secundario: secreción insuficiente de hormona tiroidea debido a la secreción inadecuada de la hormona tiroestimulante (TSH) desde la hipófisis o de la tirotropina (TRH) del hipotálamo
• Más frecuente que el hipertiroidismo
Datos subjetivos
Datos objetivos
• Tiroides normal, bocio o nódulo(s)
Hipertiroidismo
Tiroides hiperactiva
Fisiopatología
• El exceso de hormona tiroidea aumenta el metabolismo basal
• Se asocia al aumento de la producción de calor corporal total y de la contractilidad cardíaca, de la frecuencia cardíaca y de la vasodilatación
• Bocio multinodular (enfermedad de Plummer)
Datos subjetivos
• Pérdida de peso, taquicardia, diarrea y sensibilidad al calor
Datos objetivos
• Tiroides de tamaño normal, bocio, o nódulos
• Pelo fino, uñas frágiles, proptosis, taquicardia